Se presentan meses muy complicados para la industria del motor a nivel mundial por culpa de la crisis sanitaria provocada por el Coronavirus. ¿Y cómo podrá ser esta "nueva realidad" del motor? Aquí comparto mi opinión sobre el tema
Tras haber superado hace poco una grave
crisis económica hace relativamente poco y escuchar por diversos medios
de comunicación que la crisis económica que va a desencadenar el COVID-19 va a
dejar en bragas a la anterior hace que uno viva con miedo, la
verdad, y más cuando ayer mismo, 28 de mayo de 2020, nos despertamos con la triste noticia de que Nissan ha confirmado el futuro cierre de su planta en Barcelona, lo que se traduce en la pérdida de unos 3.000 empleos directos.
No cabe duda de que esta noticia, a parte de ser un auténtico drama para muchas familias, también es un duro golpe para la economía española, ya que la industria del automóvil tiene para nosotros una gran importancia; no en vano somos el segundo país productor de Europa. Además, la amenaza de que PSA pueda retirar algunas o todas su fábricas para llevárselas a Francia y fortalecer la economía gala sigue latente.
Muchas son las incertidumbres que planean sobre el futuro del sector del automóvil y tanto las preguntas como las conjeturas formuladas por medios de comunicación y expertos están a la orden del día. ¿Y qué ocurrirá en España? Pues los datos no son muy alentadores si tenemos en cuenta que según encuestas y datos que se barajan, la mitad de los españoles no plantean comprarse un coche en los próximos 18 meses, y el sector ya a pedido al Gobierno un plan de ayuda de 300 millones de euros para incentivar la compra de coches. Además, ya se habla de un 40% de caída en las ventas de 2020 y muchas marcas con problemas de liquidez.
Evidentemente, todo este aluvión de noticias me han hecho reflexionar sobre el tema, así que me he decidido a compartir con vosotros el resultado de dichas reflexiones. Eso sí, tened en cuenta que no soy un experto en el tema, y lo que va a leer a continuación simplemente es la opinión de otro ciudadano de calle más. Sin embargo, espero con ello poder intercambiar opiniones con todos vosotros y poder sacar conclusiones en claro.
¿QUÉ PASARÁ CON LOS COCHES NUEVOS?
Los datos sobre las ridículas ventas de vehículos nuevos durante los meses de marzo y abril son demoledores, y hay que retroceder décadas para ver cifras tan pobres de ventas dentro de nuestras fronteras. Con la teórica transición hacía la "nueva normalidad" estas cifras deberían animarse, pero todo hace indicar que no se aproximarán, ni de lejos, a las de los años anteriores.
Está claro que ante la baja previsión de demanda hay que fomentar el producto. ¿Y cuáles serán las soluciones a aplicar? Bueno, primero hay que tener en cuenta que los concesionarios y marcas no sólo venden a profesionales, sino también a empresas. Tal vez, una buena solución sea la de hacer ofertas muy agresivas a estas empresas para fomentar la salida de vehículos para que conformen su flota.
Después, orientados hacía el uso particular, no es ningún secreto que la tradicional fórmula de financiar un coche para después tenerlo en posesión está perdiendo cada vez más terreno en favor de alternativas como el renting o el leasing, de modo que pensar en que los concesionarios traten de fomentar estas opciones con ofertas tentadoras al nivel de "lléveselo hoy y olvídate de pagar hasta..." puede convertirse en algo muy habitual. Además, no podemos olvidar que últimamente se ha estado fomentando mucho el empleo del automóvil particular como el modo ideal para desplazarnos de forma segura, así que es posible que en futuro cercano puedan aparecer potenciales clientes hasta ahora siempre usaban el transporte público para sus desplazamientos.
Por último, tampoco sería muy descabellado pensar que casi con toda seguridad se anunciarán planes de ayuda a la compra por parte de las autoridades gubernamentales. Ahora bien, ¿bajo qué condiciones? Eso ya es harina de otro costal y me huele (llamadme mal pensado) que va a ver muchos intereses en que estas ayudas estén ligadas hacía la compra de vehículos de corte más ecológico, es decir, más caros, por lo que muchas personas no podrán beneficiarse de ellas.
¿Y QUÉ OCURRIRÁ CON EL MERCADO DE SEGUNDA MANO?
A ver... Suele ser de perogrullo. Cuanto más tiesa está la cartera de alguien más acude al mercado de segunda mano si necesita comprar un producto que desempeñe un coste económico importante. De modo que lo más seguro es que el mercado de vehículos de segunda mano adquiera más importancia de la que ya la tiene.
Esto está muy ligado también al anterior punto. No olvidemos que si la mayoría de vehículos nuevos que salen de un concesionario lo hacen a través de las modalidades de renting o leasing, esos vehículo tendrán casi todas las papeletas para que estar en el mercado de segunda mano en un plazo de dos a cuatro años. ¿Qué significa eso? Pues que la oferta será demoledora, y habría que estar muy atentos porque podría haber una saturación de la misma y si se cumple la ley de oferta y demanda, si la oferta es amplia los precios deberían ser más bajos.
Ahora bien, dentro de este punto habría que tener bien claro un concepto. ¿En qué punto se concentrará la mayor demanda? Me explico. Está claro que las cantidades que se abonan por un coche con 3 años y 45.000 kilómetros, por poner un ejemplo, no serán las mismas que la de un coche con el doble o triple de años y kilometraje. ¿Dónde se concentrarán más las ventas? Pues me temo más que en esta segunda opción, si te soy sincero. Así que me temo que podemos ver un cambio de tendencia en lo que a preferencias se refiere en el mercado de segunda mano, incrementando el interés por vehículos con más años que nos ayuden a "salir del paso".
TALLERES. ¿LOS GRANDES BENEFICIADOS?
Está claro que en las crisis siempre hay quienes salen más perjudicados que otros, pero por imposible que parezca, también hay quien puede salir beneficiado. Este puede ser el caso de los talleres y negocios de recambios de automóviles, porque si atendemos a lo ocurrido con la anterior crisis, la tendencia normal será la de alargar la vida de nuestros vehículos lo máximo posible.
Por contrapartida, tampoco podremos olvidar que muchos procurarán retrasar lo máximo posible operaciones como revisiones y mantenimiento, o bien tratar de tirar de la opción más barata y asequible ante una avería.
De modo que aquí tenemos dos vías que se contraponen; por una parte un mayor número de clientela, pero por otra esa clientela procurará retrasar al máximo la visita al taller, y que cuando no haya más remedio que hacerlo, hacer todo lo posible para que la factura sea lo más baja posible.
¿HABRÁ MENOS NOVEDADES EN EL FUTURO?
La suspensión del salón de Ginebra nos dejó a todos con nuestro gozo en un pozo y no pudimos conocer de primera mano las novedades que los fabricantes nos tenían preparadas. Muchas de ellas incluso van a ver retrasadas sus fechas de lanzamiento, y veremos a ver cómo de cerca se quedan las cifras de previsión de ventas con las reales. No olvidemos, que cada vez que un fabricante presenta un nuevo modelo atrás han quedado muchos meses de estudio, desarrollo y muchos millones en inversión. ¿Tendría sentido seguir invirtiendo dichas cantidades con el objetivo de cumplir un plazo de finalización si las ventas se relentizan?
No entiendo mucho del tema, la verdad, pero yo no descartaría que los fabricantes decidiesen retrasar las fechas previstas para esos lanzamientos vistos a cuatro, cinco o séis años con el objetivo de reducir dichos gastos en desarrollo si sus ingresos se ven demasiado mermados. Hablando en plata, que si la vida comercial establecida para un producto es de X años ahora pueda ser de X + 1, 2, o incluso 3 años.
Bueno, pues aquí finalizo mi opinión personal sobre cómo puede verse afectado el sector del automóvil por culpa del Coronavirus. Como he comentado anteriormente, no soy ningún entendido en la materia, de modo que si tienes alguna opinión que difiere de la mía o puedes argumentar otras posibles causas agradecería mucho que lo compartieses en los comentarios. 😉
Es para reflexionar sin duda, y ahora con el cierre de la fábrica de Nissan más. Yo desde que comenzó la cuarentena pensé en coches recién lanzados como el Nuevo León, que ya ha perdido un año en ventas, y por tanto un año menos para rentabilizar la inversión. Y así otros tantos lanzados justo, en la pre crisis, como el Puma y otros más. Cuando contemos la historia de estos coches dentro de 30 años, lo haremos como cuando contamos la crisis del petroleo de los 70. Cuantos proyectos se quedarán en nada, y cuantos de los que han salido lo habrán hecho pensando en un calculo que ahora es imposible de cumplir porque ya las prioridades han cambiado totalmente. Es pronto saberlo.
ResponderEliminarYo creo que de todas las posibilidades, la más realista es que el mercado de segunda mano sea el gran beneficiado. Y ojo, no hay que olvidar, antes de todo este lío del coronavirus ya se estaba hablando que la industria alemana del automóvil estaba comenzado una recesión, Mercedes anunciado que tenían una gama muy amplia, Volkswagen posicionando gamas a todo trapo, y además todas las marcas recibiendo ayudas de su propio gobierno para salir del agobio. Un lío.
Con respecto a nosotros como país en este tipo de situaciones, que marcas extranjeras fabriquen aquí tampoco es garantía de éxito de nada. Se dice que Nissan recibió en los últimos 10 años de ayuda publica unos 100 millones y que no han ayudado a que la marca se quede. Honestamente y desde el desconocimiento, si el sector privado va a estar viviendo de ayudas públicas y aún así va a ser deficitario, ¿que diferencia hay en tener una empresa 100% estatal? El dinero se va perder igual, pero en las crisis al menos no se ahonda en el problema del paro.
Lo ideal que en España hubiera una gran marca 100% española, y de capital privado y que nosotros seamos los que pongamos fabricas en otros países, y así tener la sartén por el mango. Sin esto, siempre con el riesgo de quedarnos con una mano detrás y otra delante cada vez que venga una crisis cíclica.
Saludos!
Interesante reflexión, sin duda. Por lo que he podido ir sabiendo con el paso del tiempo, parece ser que la fábrica de Nissan estaba ya condenada desde hace bastante, ya que producía modelos de poca salida comercial y operaba solamente al 30%. Vamos, que su muerte estaba ya anunciada, y más viéndose como la alianza Nissan-Renault estaba siendo un auténtico ejemplo de lo que no debe hacerse a la hora de gestionar una compañía.
EliminarDespués, tal y como comentas, tenemos muchos sectores que dependen directamente del capital extranjero, y se está viendo que a muchas grandes multinacionales eso fabricar en España ya no les interesa. Es la historia de nunca acabar.... Tenemos tanto potencial que desperdiciamos. Menos mal que al menos tenemos a Amancio Ortega (modo ironic on)
Un poco lo que paso en la anterior crisis. Nosotros nos fijabamos en lo que duraban las letras en las matriculas, cuando la letra d empezo a finales del 2004 y termino en la mitad del 2006,la g y la h tardaron en pasar y llego esta ultima hasta 2016. Las ventas de vehiculos nuevos se ralentizaron mucho, y despegaron hacia 2016. Ahora otro paron, conlleva pocas ventas de nuevos y ventas de coches de segundamano de entre 3 y 10000 euros para coches de uno diario y coches de menos de 3000 por que no hay para mas y a tirar con ellos hasta que exploten. Los talleres ahora tienen jaleo por que hubo gente que se quedo sin poder llevar el coche a reparar o por mamtenimiento, pero cuando pase esta resaca un poco despues del verano habra que ver cuantos no despiden y cuantos no echan el cierre. Se van a cerrar concesionarios, ya paso en la anterior crisis, al igual que talleres que aprovecharon el boom de la burbuja inmibiliaria. Y como dices, si hay un plan, pive, prever o similar se va a centrar en vender coches hibridos y electricos para cumplir la normativa europea.
ResponderEliminarHola Juanjo.
EliminarMuchas gracias por tu aportación. Ojalá estas previsiones tan catastróficas que tanto tememos todo no se cumplan y los que nos podamos ver afectados seamos los mínimo posibles y por el mínimo de tiempo que se pueda. Pero de momento, pinta mal la cosa, la verdad.