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CURTISS-WRIGHT 2500. ¡EL COCHE QUE VUELA!




Imaginar un futuro con coches voladores es algo que está presente en nuestra imaginación desde hace décadas. Esto no se ha hecho realidad, ni parece que vaya a hacerse, pero eso no quita que desde mediados del siglo pasado ya existiesen coches capaces de volar

Por mucho que nos pareza que la industria del automóvil ha avanzado una barbaridad a nivel tecnológico, lo cierto es que si nos centramos en todas las ideas, inventos y perspectivas que se han ido generando a lo largo de su historia, podría decirse que llevamos unas cuantas décadas de retraso. ¿Qué cara pondría alguien de hace 60 años si viajase a nuestra época y viese nuestras carreteras llenas de SUVs con grandes llantas en vez de coches voladores?

Pues sí. El futuro nunca es como lo imaginamos; porque hace más de medio siglo que se soñaba con la existencia de automóviles voladores, incluso hace tiempo pudimos conocer al Ford Levacar Mach-1 uno de estos coches voladores "del futuro". Pues hoy vamos a conocer a otro de esos vehículos que no necesitaban ruedas para desplazarse, y que llegó a despertar incluso el interés de los militares.

ASÍ ES EL CURTISS-WRIGHT 2500



Curtiss-Wright Corporation era a mediados del siglo XX uno de los principales fabricantes de material aeronáutico del mundo. Con el tiempo fue diversificando su negocio hacia la fabricación de todo tipo de maquinaria y uno de sus objetivos era la de aplicar la tecnología aeronáutica en el sector del automóvil para abrir nuevos caminos que ayudasen a crecer a la empresa.

Esta intención de saltar al sector del automóvil vino por la creencia de que en unos años las carreteras iban a estar repletas de coches aerodeslizadores, de modo que para intentar ser pioneros en esta tecnología construyeron varios prototipos. Finalmente, en el año 1959, justo en la época en que la compañía estaba experimentando con el motor rotativo Wankel tras haber adquirido su licencia de uso a NSU, se presentó al público el Curtiss-Wright 2500.



Si bien es cierto que por su descomunal tamaño, estética y habitabilidad no era un automóvil práctico, la compañía fue muy en serio con este modelo. Mecánicamente estaba dotado con par de motores procedentes de la aviación montados verticalmente, uno situado en la parte anterior y otro en la inferior. Cada uno de estos motores ofrecía una potencia de 180 CV, permitiendo elevar al coche a través de dos grandes ventiladores de cuatro palas, mientras que para poder maniobrar se ubicaron conductos de aire en los costados y en la parte trasera. A plena potencia, el Curtis-Wright 2500 podía elevarse un total de 38 centímetros del suelo, siendo también capaz de soportar una carga de hasta 453 Kg.

Si bien es cierto que tampoco fuese un vehículo muy potente, ya que solamente alcanzaba una velocidad máxima de 65 Km/h, su punto fuerte residía en que era capaz de pasar por cualquier tipo de terreno y, como no, también sobre el agua.


SU COQUETEO CON LA INDUSTRIA MILITAR



Enorme, lento, y con un precio de 99.995 dólares (en 1959, no olvidemos) ¿Quién leches iba a intersarse por un producto así? Finalmente la compañía decidió que no era viable llevar al Curtiss-Wright 2500 a producción, pero si hubo un sector que estuvo interesado en las virtudes de este vehículo: la industria militar.

Porque, asombrados por las capacidades para moverse por cualquier tipo de terreno, el Comando de Investigación de Transporte del Ejército compró dos modelos a principios de 1960. Las compras fueron para ingeniería y evaluación operativa como parte de una investigación en curso sobre vehículos para uso militar.

Sin embargo, al igual que ocurrió con lo que iba a ser el modelo "de calle" por causas que no he llegado a conocer, tampoco siguió adelante en el terreno militar. Por suerte, uno de estos dos modelos ha sobrevivido y se encuentra bastante bien conservado en el museo militar de Virginia, gracias al cual podemos verlo vestido con el traje de batalla, por así decirlo. Desgraciadamente, el otro modelo se encuentra en un estado deprorable en Nueva Jersey, aunque curiosamente estuvo e la venta en eBay a finales del año 2015. ¿Lo habrá comprado alguien?




Y para finalizar, os dejo con un vídeo del Curtiss-Wright 2500 en acción, para que podáis ver mejor todo lo que era capaz de hacer este original y curioso automóvil. 


Comentarios

  1. Casi parece ir mas rápido sobre agua que sobre tierra firme, por lo que yo lo hubiera llamado Aqua Car jaja.
    Momentazo para la posteridad cuando se eleva misteriosamente del asfalto, parece una especie de Citroen DS.
    A pesar de su pinta marciana a juzgar por el vídeo es totalmente funcional, lo que justificaría el interés militar, aunque lo del tío echándole un bidón entero de gasolina y el ruido que debían hacer esos gigantescos ventiladores debían echar para atrás a cualquier propietario que no sea un excéntrico loco por los autos raros como Jay Leno.

    Gran hallazgo amigo!

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    Respuestas
    1. ¡Gracias Xavi!

      La verdad es que sí, poco práctico se ve. Imagino que algo parecido debió ocurrir cuando salió a la luz el primer ordenador... Algo que ocupaba el tamaño de una habitación y con la capacidad de trabajo y almacenamiento irrisorios. Pero la tecnología avanza y se consigue más rendimiento en menor tamaño. ¿Qué hubiera pasado si se hubiese seguido investigando y avanzando en este concepto de movilidad del automóvil? A saber....

      Saludos ;)

      Eliminar
  2. Muy interesante. Es de la época en el que justo se empezó a experimentar con los hovercraft o aerodeslizadores de manera práctica. En verdad es como si pusieran la carrocería de un automóvil encima de un hovercraft. Quizás este concepto en concreto no triunfó en el ámbito militar, pero sí que los aerodeslizadores tienen algún uso en ese ámbito a día de hoy, sobretodo a modo de desembarco rápido. Incluso existe o existía algún ferry con esta tecnología.

    Saludos!

    ResponderEliminar

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