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PROBANDO UN 2ª MANO: CITROËN C3 AIRCROSS 1.2 PURETECH 110 CV (1ª parte)



Los SUV del segmento B están muy de moda desde hace años. Dentro del mismo, Citroën sorprendió a finales de 2017 con un producto original y práctico; el C3 Aircross. De esto ya han pasado unos añitos, por lo que es muy factible econtrar unidades de segunda mano a buen precio. ¿Pero es un producto interesante? ¿Es un coche que vale la pena tener en cuenta si buscamos un vehículo usado?

 

Que desde hace ya unos años los monovolúmenes han ido sucumbiendo en favor de los SUV no es un secreto para nadie, tanto, que hoy en día raro es ver a un fabricante que ofrezca uno en su catálogo. Buena prueba de ello es el vehículo que vamos a analizar. Porque el Citroën C3 Aircross vio la luz en el año 2017 como sustituto del Citroën C3 Picasso, un coche práctico como pocos que ofrecía una gran habitabilidad en un espacio reducido. 

 

 


 

A primera vista, queda claro que el Aircross ganaba mucho en cuanto a diseño respecto a su predecesor. ¿Pero es un coche que puede considerarse como digno sucesor del pequeño monovolumen? En cuanto a niveles de venta, este vehículo ha funcionado muy bien, tanto que hace poco se presentó su restyling de media vida, por lo que puede entrar ya como opción para aquellos que busquen un coche de segunda mano con un máximo de 5 años de antigüedad. 

Ahora bien. ¿Es una buena opción para quienes busquen un coche de tamaño reducido, espacioso, práctico y que además goce del popular diseño de los SUV? Vamos a tratar de despejar estas incógnitas con la prueba de un modelo de segunda mano. 


ASÍ ES LA UNIDAD DE LA PRUEBA. 



Cuando el C3 Aircross salió al mercado lo hizo con tres motorizaciones de gasolina diferentes y dos diésel. La gama de gasolina estaba compuesta por los Puretech 82, Puretech 110 (manual o automático EAT6) y Puretech 130 (tricilíndricos de 1.2 litros y turboalimentados los dos más potentes), así como los diésel 1.6 litros BlueHDi 100 y BlueHDi 120, ambos con cambio manual.

La unidad probada se trata concretamente de un 1.2 Puretech de 110 CV, caja de cambios manual de 5 relaciones (posteriormente se sustituyó por una de seis) y acabado Shine, aunque dentro de su equipamiento añade algunos extras opcionales. Fue matriculada en diciembre del año 2017 y posee actualmente algo más de 48.000 kilómetros. 


DISEÑO EXTERIOR. 

 


 

A simple vista, el nuevo Citroën C3 Aircross 2017 es lo que parece: la versión todocamino del exitoso Citroën C3... y una evolución del C-Aircross concept, presentado a principios de 2017, en el salón de Ginebra. Basado en la misma plataforma del Citroën C3, mide 4,15 metros de largo, 1,76 metros de ancho y 1,64 metros de alto, por lo que forma parte del competido segmento de los SUV del segmento B.

Uno de los puntos más originales que presentó el C3 Aircross cuando apareció en el mercado fue la opción de poder personalizarlo exteriormente con hasta 85 combinaciones diferentes de colores para carrocería y techo. A su vez, la ventanilla trasera también puede incorporar unos vinilos con efecto persiana. Esta unidad opta más bien por una combinación discreta, con una carrocería blanca combinado con techo y retrovisores en negro y sin los vinilos de la ventanilla.

Estéticamente lo primero que me ha llamado la atención es su capó musculoso, tanto por corto como por alto, sobre todo porque no tiene una forma plana, sino que en sus extremos se eleva. Así este capó transmite sensación de robustez y subraya sus grupos ópticos a dos niveles, con estrechos faros LED de marcha diurna y faros principales inferiores animadas por un marco de color. Los faros antiniebla también se alojan en esta área. El frontal se remata con una gran entrada de aire en el centro y una exagerada placa protectora que sirve a modo de "defensa". 



En el lateral, la estética SUV continúa con unas grandes protecciones de plástico negro para los pasos de rueda, aunque después la imagen se suaviza con la ausencia de líneas de tensión en la superficie de las puertas. La línea de cintura se encuentra algo elevada, aunque no demasiado, aunque sube a la altura del pilar C para dar un poco de imagen deportiva, ya que la caída del techo es casi inexistente.





Finalmente, en la trasera destacan los hombros ensanchados y el gran embellecedor de color negro que, como si fuese un maquillaje de ojos, tratan de resaltar unos grupos ópticos de diseño discreto. Y al igual que ocurre con la parte delantera, tenemos un enorme paragolpes que presenta una placa protectora con los pilotos antiniebla y de marcha atrás situados a ambos lados, algo que particularmente no me gusta nada porque según qué situaciones de tráfico pueden quedar fuera del campo de visión de los otros conductores. 






Pero a pesar de todas estas soluciones que buscan dotar de presencia robusta al diseño del vehículo, lo cierto es que a nivel general da la impresión de ser un coche bastante alto y estrecho cada vez que lo veo. ¿Será impresión mía?

ANÁLISIS DEL INTERIOR. 

 ASIENTOS DELANTEROS. 



Abrimos la puerta del conductor y antes de sentarnos podemos observar cómo nos esperan unos asientos que, en esta unidad, tienen una tapicería mixta de textil y piel. La combinación de colores entre la tapicería de tela gris oscura y la piel marrón puede parecer algo chocante, pero en vivo no da la impresión de hacer tanto contraste como en las fotografías. De todas formas, esta es una opción que posee esta unidad, y al igual que ocurre con el exterior, aquí Citroën también ofrece múltiples opciones de combinación, siendo algunas, para mi gusto, más beneficiadas.
 
Una vez asentadas las posaderas, lo primero que notamos es que los asientos son cómodos, con un mullido correcto pero con total ausencia de sentir los costados recogidos, de modo que tiene pinta de que eso se puede notar a la hora de afrontar curvas. De todas formas eso es algo que hay que contrastar en la prueba dinámica. 
 
Encontrar una buena postura de conducción es fácil, gracias a que el asiento es regulable tanto en longitud como en altura, a lo que hay que añadir que el volante es regulable en altura y también en profundidad. Gracias a estos reglajes tanto las personas bajitas como las altas no tendrán problemas para encontrar una cómoda posición de conducción. 
 
 

 
 
Por su parte, el asiento del acompañante solamente es regulable longitudinalmente, y en una posición intermedia de su recorrido nos deja un buen espacio para las piernas. Pero no es oro todo lo que reluce, y me explico.  Aunque soy una persona alta, ya que mido 1,87 mts, no soy excesivamente alto, y al gozar esta unidad de techo solar, me topé con la situación de que teniendo el respaldo en una posición bastante vertical la cabeza me tocaba con el techo, por lo que tuve que reclinar un poco el respaldo para evitarlo. 
 
 

SALPICADERO Y CUADRO DE MANDOS. 





Situados en el puesto de conducción podemos observar un salpicadero cuyo diseño nos será familiar, ya que es exactamente el mismo que el del Citroën C3. Para mi gusto tiene un diseño algo soso, si bien Citroën ha sabido darle algo de frescura gracias al original diseño de los aireadores (que también se pueden personalizar con diferentes colores) y la opción de recubrir con diferentes materiales parte del salpicadero, encontrándose en esta unidad  el mismo cuero que encontramos en los asientos. 

En líneas generales, la calidad percibida es buena, pero no obstante no se puede hablar  de una sensación de calidad absoluta, pues si exceptuamos las piezas que cumplen una función básicamente ornamental, abundan los plásticos duros de presentación sencilla. 
 
El volante, de tres radios, está ligeramente achatado en su parte inferior, tiene un diámetro y grosor correctos, aunque en esta versión resulta también llamativo al mezclar la tonalidad marrón con el negro. A ambos lados encontramos los mandos para controlar el sistema de manos libres, el ordenador de a bordo, así como del equipo de audio. 
 
Tras el volante encontramos tanto la caña del intermitente y accionamiento de luces como la caña para el sistema del limpiaparabrisas. Bajo la caña del intermitente tenemos el mando satélite para el control y avisador de velocidad, que si bien es fácil de usar, no terminó de convencer por su ubicación. 
 



Y comenzamos con el análisis del salpicadero. A la izquierda tenemos la salida de aire, y bajo ella encontramos el botón para apagar el avisador de cambio involuntario de carril como una curiosa ranura para dejar una tarjeta, algo que nos pude ser muy útil si solemos tener una para entran en un parking, por ejemplo. 
 
Más abajo tenemos los botones para ajustar el brillo del Head-Up Display (en el caso de que la unidad lo monte) como la posición de los gráficos dentro de la lámina con el objeto de tenerlos siempre en el centro de la lámina. A la izquierda de estos mandos tenemos el que regula la altura de los faros.

El cuadro de instrumentos también resulta conocido, ya que es idéntico al que observé cuando pude probar el Citroën Berlingo y también al del mencionado Citroën C3. Los indicadores son de tipo analógico, siendo fácil y clara su lectura, y posee una pantalla central para los datos del ordenador de a bordo. En este modelo, la instrumentación se completa con un Head-Up Display que se proyecta en una lámina y no sobre el cristal, aunque su legibilidad es clara. 



 
En la consola central la pantalla táctil de 7 pulgadas acapara todo el protagonismo, y lo acapara tanto visualmente como funcionalmente, ya que a través de ella se controla el navegador (opcional) las funciones del sistema multimedia, siendo compatible con Adroid Auto y Aplee Car Play y, lamentablemente, el climatizador. Además, al encontrarse bajo los aireadores se encuentra en una posición algo baja por lo que provoca desviar la vista demasiado si se quiere manipular algo mientras conduces. Además, no existen botones físicos alrededor de la pantalla para que se pueda controlar al tacto o acceder a los menús de forma más directa.



 
Y es que los únicos botones físicos que vamos a encontrar son los encargados de desempañar las lunas delanteras y traseras, el botón que activa los intermitentes de emergencia, así como uno para cerrar los seguros de las puertas. Bueno, también tenemos una ruleta para controlar el volumen del audio, pero teniendo botones para ello en el volante no es algo que se vaya a usar mucho. 

Bajo la pantalla tenemos el botón de arranque por botón que equipa esta unidad, así como el sistema "Grip Control" que nos permite elegir entre los modos "asfalto", "nieve", "barro" y "arena" además de desconectar el control de tracción. Igualmente, en esta unidad también disponemos del sistema de control de pendientes. 
 
Tras estos controles tenemos una toma de 12 voltios, un pequeño espacio en el que podemos ubicar la llave, así como una toma USB C. En esta unidad encontramos además un práctico hueco donde poder dejar el móvil y cargarlo de forma inalámbrica. 

 


Y seguimos con la consola del túnel de transmisión, donde encontramos el pomo de la palanca del cambio, seguido de un falso compartimento donde dejar objetos. ¿Y por qué digo que es falso? Pues porque si decidimos dejar algo en ese espacio nos será imposible bajar la extrañísima palanca del freno de mano que tiene un diseño que recuerda mucho a las empleadas en las embarcaciones para controlar la potencia del motor, y ubicando el botón de desbloqueo en la zona inferior. Lo que sí es aprovechable es el hueco diseñado para dejar una botella u otro objeto situado tras esta palanca, aunque al quedar a una altura que está detrás de los asientos se hace más factible que sea usado por los pasajeros de las plazas traseras. 
 
 


Finalmente, frente al asiento del pasajero, encontramos una bandeja de profundidad muy escasa que nos puede servir para alojar objetos pequeños gracias a su suelo engomado que evitará que se deslicen, así como una guantera de buenas proporciones

 

PUERTAS.



Tengo que confesar que el diseño de las puertas me ha gustado mucho, la verdad. Es cierto que en su mayoría está compuesto por plástico duro, pero dicho plástico presenta una decoración en patrón a base de rectángulos con esquinas redondeadas que se repiten en el tapizado de los asientos, y que le aportan un aire más juvenil. 

Donde no encontramos plásticos duros es en la zona del asidero, que se encuentra tapizado y tiene un tacto mullido muy cómodo si queremos reposar los codos ahí cuando estemos conduciendo. En este asidero encontraremos los típicos botones para los elevalunas eléctricos, el botón de bloqueo de los elevalunas traseros, así como el mando para regular los espejos retrovisores. Igualmente, también me ha gustado el diseño del tirador, que presenta un falso cromado. 

Por su parte, en la parte inferior de la puerta encontramos un buen hueco para dejar botellas u otros objetos.

PLAZAS TRASERAS. 




Abrimos la puerta trasera y comprobamos que el ángulo de la puerta, sin ser sobresaliente, permite un fácil acceso al interior, al igual que la escasa caída del techo consigue que apenas tengamos que girar la cabeza. Aquí nos esperan unos asientos que, al igual que ocurre con los delanteros, destacan por ofrecer un contorno lateral poco pronunciado para dar la apariencia de los bancos corridos de los coches clásicos.
 
Una vez sentados, buscar una posición cómoda no resulta un problema gracias a que podemos reclinar el ángulo de inclinación del respaldo. Además, el espacio para las piernas es correcto, siendo suficiente para que una persona de mi estatura (1,87mts) viaje sin que las rodillas toquen con el respaldo del asiento delantero. Eso sí, para que esto ocurra la banqueta deslizable hasta en 15 centímetros (en proporción 60-40) debe estar en su posición más retrasada.
 




Lo que no es tan destacable es la altura al techo si, como en esta unidad, contamos con techo solar panorámico, ya que resta altura al conjunto. De todas formas, no es algo alarmante, y solamente afectará a personas que estén cerca del 1,90 o lo superen.
 
Por su parte, el respaldo de la plaza central también es abatible y nos ofrece dos portabebidas, además de un hueco para poder acceder al interior del maletero. Y en esta unidad, contamos también con cortinillas correderas en las ventanas, muy prácticas para cuando el sol esté molestando. 
 
La plaza central es más usable que en otros modelos similares, en parte por el escaso contorno lateral mencionado y también por el mullido del respaldo, que no resulta incómodo. Eso sí, nos veremos obligados a separar las piernas a causa del túnel de transmisión.  Ahora bien, no esperes milagros, ya que como sucede en los vehículos de este segmento, es difícil que tres adultos corpulentos puedan viajar cómodamente en las plazas traseras o que un adulto viaje en la plaza central entre dos sillitas infantiles.

Y finalmente, para los ocupantes de estos asientos también hay una toma de 12 voltios y otra de USB C. No hay salidas de ventilación ni siquiera en opción. Lo que sí tenemos son dos bolsitas para dejar cosas en los respaldos de los asientos delanteros.

MALETERO (La prueba de los perretes) 

 


Uno de los puntos fuertes del Citroën C3 Aircross es el maletero. Ofrece un volumen de 410 litros de capacidad, superior incluso a vehículos del segmento C, pero ahí no queda todo. Recordemos que gozamos de una banqueta posterior deslizante, por lo que podemos ampliar esta capacidad si movemos los asientos hacía adelante, pudiendo gozar entonces de hasta 520 litros. Traduciendo, que mis dos perros, uno de tamaño mediano y otro grande, pueden viajar en él, no holgadamente, pero sí  sin sufrir problemas de agobio por falta de espacio. 
 



La boca de carga queda algo elevada, aunque posee formas regulares, igual que el maletero. El piso, por su parte, es regulable en dos alturas, creando de esta manera dos espacios diferenciados: el principal y el doble fondo, quedando enrasada con la boca del maletero en su altura superior. en los laterales disponemos de unos "ganchos" de diseño psicodélico y en la pared izquierda una luz de cortesía.

Si necesitamos más espacio los asientos son abatibles en proporción 60/40, pero con la posibilidad de abatir la zona central para cargar objetos largos manteniendo dos plazas en la parte trasera. En total, el volumen aumenta hasta  los 1289 litros, si bien la superficie no queda plana salvo que pongamos el piso en su nivel superior.  
 
 


Pero tenemos también una sorpresa extra, ya que el asiento delantero del copiloto también puede ser abatible, lo que nos facilitará mucho la labor de transportar objetos largos. 

Y como aspecto destacable, en el caso de que necesitemos quitar  la bandeja cubre equipajes, podemos dejarla sujeta gracias unos railes habilitados para ello justo atrás de los asientos traseros; sin duda, una gran idea.
 
Para finalizar, bajo el doble fondo hay hueco para una rueda de repuesto opcional de tipo galleta.


 
 

Comentarios

  1. Particularmente siempre me quedaria con la opcion del 4 cilindros diesel tal y como esta el precio del combustible y tambien para huir de los tricilindricos, aunque le concedere el beneficio de la duda a la espera de tu prueba de conduccion.
    Un saludo

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    Respuestas
    1. Tengo que admitir que estos motores de tres cilindros me parecen totalmente idóneos para vehículos de este tallaje, cosa que no veo en modelos de mayor segmento. Gracias a la magia del turbo no echas de menos el cuarto cilindro en lo que a prestaciones se refiere, aunque, por lo menos en mi caso, sí en lo que se refiere a sonido (más exterior que interior) y suavidad de conducción, porque parece estar más emparentado con un diésel que con un gasolina. También hay que admitir que suelo moverme con un 4 cilindros atmosférico, y claro, son dos mundos diferentes.

      Saludos ;)

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