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PROBANDO UN 2ª MANO: CITROËN C3 AIRCROSS 1.2 PURETECH 110 CV (2ª parte)

 


Tras haber estudiado en detalle tanto el diseño exterior como el interior del  Citroën C3 Aircross, por fin toca ponerse a los mandos del pequeño SUV francés. Y para ello, qué mejor que hacer un pequeño viaje con la familia a la maravillosa serranía de Huelva. ¿Cómo se comportará el Aircross en los diferentes tipos de carretera que le esperan en este trayecto? ¿Se quedará corto para las exigencias su motor de gasolina de 110 CV?


EL MOTOR.

 


 

Os voy a hacer una confesión. Tenía ganas, pero que muchas ganas de probar por fin un motor tricilíndrico y averiguar de una vez por todas si todos esos fundamentos y creencias que tengo sobre este tipo de motores basados solamente en preceptos teóricos se confirmaban en la práctica o si, por el contrario, debía cambiar mi opinión sobre ellos. 

Como habrás leído en el título de la prueba, la unidad probada montaba el conocido motor de gasolina 1.2 Puretech, en su versión de 110 CV y asociada a una caja manual de 5 relaciones. Con las cifras en la mano esta motorización debe ser suficiente para mover al C3 Aircross con cierta soltura, ya que ofrece un par motor de 205 Nm a 5.500 rpm y el motor situa su régimen de giro óptimo entre las 1.800 y las 3.000 rpm. gracias a un turbo de baja inercia con “intercooler” dimensionado, siendo muy elástico en su uso. 

Sobre el papel parece ser que esta motorización será suficiente para mover al Aircross con cierta soltura, pero eso es algo que habrá que comprobar en la prueba dinámica. 

 

PRIMERAS IMPRESIONES. 

 

Aprieto el botón de arranque del C3 Aircross, y lo primero que me llama la atención es que en el interior el motor no se escucha casi nada. No hay ruido al ralentí ni tampoco se perciben esas famosas vibraciones atribuidas a los motores de tres cilindros. Por el momento, muy bien. 

Inicio la marcha. Los primeros metros transcurren por vías urbanas y empiezo a tener la sensación de que este motor tiene más de diésel que de gasolina. Me explico; no sé si será por contar con una relación del cambio muy larga, pero le echo en falta mucha más suavidad a bajas velocidades. Tomar una curva cerrada a menos de 25 km/h o hacer un ceda el paso te pone en la duda de poner primera, o no, porque en segunda las vibraciones y el traqueteo (sobre todo a menos de 20km/h) se hacen más que evidentes, algo que solamente me ha ocurrido con vehículos diésel, nunca con motores de gasolina. 

Al menos, callejear no resulta complicado gracias a la buena visibilidad que se goza en todos los ángulos, la altura de la carrocería, y un radio de giro de 10,8 metros. Además, rebasar los odiados badenes no resulta desagradable porque tanto la suspensión como la amortiguación filtran muy bien estos resaltos. Pero de la suspensión ya hablaré más adelante. 

En cuanto a la palanca de cambios... Seré sincero. No me gusta nada. Me resulta un cambio con unos recorridos muy largos, aunque es muy suave en su funcionamiento, y también echo en falta un poco más de firmeza en el momento de insertar la marcha. Con esta configuración hacer cambios de forma rápida se hace más costoso, aunque tenemos que recordar que este no es un coche deportivo ni pretende serlo, pero no olvidemos que en la conducción podemos encontrarnos con alguna situación (incorporación a una autovía o adelantamiento, por ejemplo) en la que tengamos que hacer un cambio de marcha rápido. En fin, nada grave, pero sí sería un punto a mejorar.

 

PRUEBA DINÁMICA 

AUTOPISTA Y AUTOVÍA. 

 



Eso a lo que las primeras impresiones se refiere, pero claro, para valorar el comportamiento del coche hay que hacer kilómetros, y para ello aprovechamos el periodo vacacional de Semana Santa para pegarnos la familia una ligera escapada a la sierra de Huelva. En total, un viaje de unos 240 kilómetros entre ida y vuelta, alternando autovías, carreteras nacionales y algo de carreteras reviradas típicas de la serranía andaluza. Un viaje ideal para poder sacar conclusiones definitivas sobre este coche. 

Los primeros kilómetros transcurrieron por autovía, y para este tipo de carreteras puedo asegurar que el C3 Aircross es un coche sobresaliente, donde la comodidad de sus ocupantes es el aspecto más destacable, dando la impresión de que se pueden hacer grandes viajes con plena comodidad. Como ejemplo, mencionar que a la vuelta, y tras haber hecho una ruta de senderismo de 13 kilómetros, tenía la espalda machacada (padezco de sacroileitis) y me sentí comodísimo durante el trayecto de regreso. Esta comodidad se consigue gracias al tarado blando de la suspensión y amortiguación que filtran muy bien las típicas irregularidades o parches del asfalto. 

En cuanto al motor, tenía mis dudas sobre el hecho de que la caja de cambios gozase solamente de 5 relaciones en vez de 6 para el tema de ir a velocidades altas. Me sorprendió que a 120 km/h el motor girase a 2.700 rpm, por lo que es factible circular a velocidades legales sin que el motor vaya demasiado forzado. Eso sí, este hecho penaliza un poco el consumo, por lo que una caja de 6 relaciones le vendría mejor. 

En cuanto a los ruidos aerodinámicos, la carrocería SUV se nota, pero en líneas generales podemos afirmar que el coche está bien silenciado. Eso sí, a veces se escuchaban algunos grillos de algunas partes, lo cual denota que los ajustes de algunos materiales dejan algo que desear. ¿Ocurriría lo mismo en caso de tratarse de un vehículo nuevo y no en uno con algo más de cuatro años?

 

CARRETERA.

 


 

Terminado el tramo de autovía, la cosa se puso más interesante, adentrándonos en un largo tramo de carretera donde, ahora sí, se podían poner a prueba las cualidades dinámicas del C3 Aircross. 

Viendo el comportamiento del coche en autovía, y tras comprobar su carácter orientado a la comodidad, me temía encontrarme un coche que dinámicamente no respondiese bien en cuanto se le buscaran un poco las cosquillas, pero afortunadamente no fue así. Si bien la suspensión es blandita, la carrocería no balancea mucho en los cambios de apoyo; es una sensación extraña... Por un lado sientes como el coche se inclina en cuanto haces el giro, pero justo cuando crees que vas a llegar a ese punto de inseguridad se estabiliza, pareciendo que se vuelve después más dura cuando haces el cambio de apoyo, evitando así el balanceo excesivo. Creo que en este aspecto Citroën ha sabido encontrar un buen equilibrio entre comodidad y estabilidad. A ver... que no se me malinterprete, para nada es una suspensión pensada en la dinámica o placer de conducir, pero seguro que a todo el mundo que busque un coche como este les dejará encantado. 

Lo que no me ha gustado tanto, además del cambio de marchas que mencioné con anterioridad, es el tacto de la dirección. Y es que, como buen coche moderno, resulta demasiado artificial; no transmite nada lo que ocurre en el asfalto y le falta precisión en el inicio de su recorrido. Además, para este tipo de carreteras le faltaba algo de firmeza, algo que se hubiera podido corregir equipando un sistema de endurecimiento de la dirección conforme a más velocidad se vaya. Evidentemente, este "defecto" se convierte en una virtud cuando vamos por recorridos urbanos. 

 


 

En cuanto a la respuesta del motor no tengo quejas. Mencionar que el coche iba cargado con tres personas y dos perros que iban en el maletero (unos 55 kilos entre los dos) por lo que creo que esta motorización con 110 CV es más que suficiente para la mayoría de conductores. Afrontar subidas o repechos no supone ningún problema siempre y cuando vayamos por encima de las 2.000 rpm. Es lo que tiene la magia de los turbos actuales, porque este motor responde bien en cuanto pisas el acelerador, aunque tiene un leve, pero muy leve, retraso del turbo. Es cierto que si queremos una respuesta más bruta debemos bajar una marcha, pero en el resto de condiciones no será necesario.

De los frenos no tengo nada que destacar, básicamente porque tampoco les exigí más allá de una conducción normal. Simplemente, cumplen con su cometido y el pedal tiene un tacto progresivo y bien logrado. 

Y para terminar, vamos con lo peor del coche en este tipo de situaciones. Exacto, lo habéis adivinado: los asientos. Y es que como mencioné cuando hablé de ellos, resultan muy cómodos, pero carecen de apoyo lumbar, por lo que mi cintura se movió más que el vientre de Shakira bailando el "Waka-Waka". 


CONSUMOS. 

 


Toca hablar del tema escabroso... Os mentiría si os digo que no he visto o leído pruebas de distintos vehículos que equipasen este motor, y en la mayoría decían que, si bien no tenía un consumo elevado, era algo más gastoso que otros motores de tres cilindros. 

Y ciertamente, creo que es así. Como podéis ver en la imagen superior conseguí un consumo de 6,1 litros de media en los 237 kilómetros del viaje. Destacar que este consumo se hizo circulando casi exclusivamente por autovía y carreteras nacionales, siendo la circulación urbana mínima. 

¿Es un mal dato? No creo que lo sea, aunque esperaba bajar de los 6 litros porque mi circulación fue normal y en autovía me mantuve a velocidades legales (como podéis ver en la imagen, la media del recorrido fue 70 km/h)

Pero ahí no quedó la cosa, ya que seguimos circulando con el coche durante unos días más hasta llegar a 520 kilómetros totales, momento en que saltó la reserva. Llené por tanto de nuevo el depósito para hacer el cálculo de cuánto gastó el C3 Aircross (aquí ya sí que había que añadir más circulación urbana e interurbana) y el resultado final fue de 6,8 litros a los 100 kilómetros. 

Como curiosidad, destacar que cuando inicié el viaje el depósito estaba lleno, y al finalizarlo la aguja del indicador (también podéis verlo en la foto) estaba un poco por encima de la mitad del depósito. ¿Qué significa esto? Pues que teniendo un depósito total de 45 litros, y habiendo gastado teóricamente algo menos de 13 litros, la aguja del indicador de combustible baja bastante en esta primera mitad de su recorrido, ralentizando su bajada de forma considerable en la segunda mitad.


VALORACIÓN FINAL

 


Si tienes ganas de algo dulce no te compras un paquete de pipas. Si tienes ganas de una bebida caliente no te pides una cerveza. Si quieres un coche de carácter deportivo y dinámico no te compras este coche. 

Citroën sabe lo que quiere vender y hace productos para ello. Coches pensados en el público generalista, que buscan practicidad y comodidad, pero que también añaden ese toque de distinción u originalidad que tanto gustan a los franceses. 

Y eso es lo que ofrece este Citroën C3 Aircross. Un coche práctico, muy práctico para el tamaño que ofrece gracias a su modularidad, pero que añade también elementos de diseño que le otorgan personalidad, y más en el caso de esta unidad probada que gozaba de numerosos extras. Un coche ideal para el día a día y para afrontar largos viajes. Si es esto lo que buscas, me parece un producto muy interesante para su compra, pero si lo que quieres es disfrutar del placer de la conducción está claro que éste no es tu coche. 


LO MEJOR: Comodidad de marcha, diseño, espacio interior y modularidad.

LO PEOR: Sujeción lumbar de los asientos, tacto del cambio, y calidad de algunos ajustes.


 

 

Comentarios

  1. Felicidades por esta excelente y completisima prueba, que deberia ser de obligada lectura para aquellos que se sientan atraidos por este pequeño suv.
    Un saludo

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    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias, compañero! Bueno, por eso la hice, para ayudar a quien esté buscando coche de segunda mano y tenga a este modelo entre sus candidatos. Bueno, y también porque ha sido divertido hacer la prueba, jejeje.
      Saludos ;)

      Eliminar

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