Tener un coche es sinónimos de gastos, se mire por donde se mire: a la habitual mensualidad de la financiación, en su caso, hay que añadir el gasto en combustible, impuestos de circulación, tasas por aparcamiento, revisiones, reparaciones... y a partir del cuarto año de edad de nuestro vehículo, la ITV. El origen de la ITV tal y como la conocemos hoy en día, se remonta a principios de la década de los 80, cuando se estableció que había que pasarla en las estaciones específicas para ello, en vez de poder hacerse en talleres autorizados en calidad de colaboradores de la Administración, como hasta entonces. A partir de esta época, y para facilitar el trámite de pasar la inspección, han ido proliferando las estaciones de servicio a lo largo de toda la geografía española, lo cual ha propiciado que no tengamos que desplazarnos muchos kilómetros para encontrar una estación, independientemente de si tienes que ir a la estación ITV Montehermoso , en Extremadura, como si tienes la suerte